sábado, 21 de agosto de 2010

Capítulo 4. !Socorro!

Por suerte llegó la mamá y...
-¡Pedrito! ¿Qué estás haciendo con esa planta?- gritó
- Nada mami- dijo escondiendo las manos en los bolsillos.
- Pedrito, las pelo…digo... las burbujitas- expresé en voz bien alta.
- En este patio no se dicen malas palabras- saltó la azalea desde su gran maceta.
-Claro- le contesté, porque no  rompieron ningún pimpollo de su maceta,  Señora.
- Aquí pasan niños todo el tiempo- exclamó el palo de agua. Hay que tener paciencia, Son un poco traviesos, nada más.
- Mejor veo si consigo algo de comer- dijo muy nerviosa Bety
- Si no me equivoco allá veo un pichón de mosquito. Me concentraré y haré que mi aroma lo atraiga hacía mi...
Bety logró que el mosquito se acercara y cuando ya casi se posaba en una de sus ramitas,  escuchó:
- Buuuuaaa!! Buuuuaaa!!
- Un bebé gordinflón se acercaba trastabillando y llorando a grito pelado. Por supesto el mosquito, voló y se fue.
- Ayy mi Dios- dijo Bety. Donde vine a caer. Aquí no hay un minuto de paz.

Un chupete enorme se asomó por arriba de sus burbujitas. Era tan grande casi como el bebé.
El encantador bebito convidaba su chupete a la atribulada Bety. Tanto insitió que todo su néctar quedó pegado a la goma del chupete.
-!!Socorro!!- gritaba Bety. Quiero volver al negocio. Extraño a mi familia...
- Ja..Ja..Ja Que delicadita resultaste- rió burlonamente Doña Azalea.

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